Cuentan en los mentideros de la televisión colombiana que cuando Gabriel García Márquez ganó el Nobel de Literatura, un equipo se desplazó a Aracataca a entrevistar a la madre del escritor, Luisa Santiaga Márquez Iguarán.

La periodista preguntó a la madre:
– ¿Qué espera de la vida ahora que es madre de un Nobel?

A lo que la madre de García Márquez respondió rotunda:
– Que me arreglen el teléfono, que lleva tres meses cortado.

Cuando la gafapasta del equipo intentó hacer paralelismos entre Aracataca y Macondo, la señora harta de los comentarios de los vecinos reflejados en la obra del autor espetó:
– El Gabito además de mentiroso siempre ha sido muy exagerado.